lunes, 14 de marzo de 2011

GALICIA TIENE RECURSOS ANTICRISIS

Territorio, aldeas abandonadas, dimensión geográfica, agua, viento, la fuerza de las olas, tierras ricas para el labradío y el pastoreo, madera, rías... el espacio invertebrado fruto de la emigración y el éxodo a las ciudades.
La crisis no es una simple cuestión de macroeconomía. Es, sobre todo, un problema de índole social, de acceso al trabajo remunerado y de distribución de la renta. No se puede seguir soportando el esfuerzo de mantener el sistema en una tercera parte de la población pero tampoco se puede mantener por mucho más tiempo la confinación a clases pasivas de personas capaces y de jóvenes que, en muchos casos, aún no han accedido a su primer empleo. Hay supuestamente cientos de cabezas pensantes en los cuadros del PP y PSOE pagadas para idear medidas para reactivar la economía pero a la hora de la verdad en sus debates sólo salen a relucir acusaciones partidistas acerca de lo mal que lo hacen los otros pero jamás ninguna idea. Desde este blog hemos ido aportando muchas, unas más disparatadas que otras, pero que en alguna medida serían susceptibles de ser adoptadas con éxito en cuanto a resultados. Desde las relaciones de gastos superfluos a los que no se ha metido mano aún, hasta la supresión de órganos e instituciones inoperantes e innecesarias pasando por la incentivación de las patentes y su implementación en la industria nacional, etc., etc., etc.
Pero hoy queremos incluir en pocas líneas el rasgo diferencial, por su impacto directo en la sociedad, de la posibilidad y conveniencia de abordar medidas con sello muy autóctono, en Galicia. Resumimos hoy dos:
-Erradicar de la noche a la mañana las industrias contaminantes de las rías, drenarlas y volver a las explotaciones marisqueras. Sólo en la de Pontevedra llegaron a vivir del cultivo en la ría 5.000 personas, frente al puñado de sueldos que aporta la Celulosa.
-Arrendar por la cantidad simbólica de un euro al año -mediando actuación de la Xunta para favorecer a arrendador y arrendatario- tierras y casas abandonadas de núcleos semi-despoblados para potenciar la horticultura, apicultura y ganadería domésticas, con asesoramiento profesional para la obtención de excedentes para alcanzar el grado de autosuficiencia. Aquí hay que señalar la conveniencia de re-potenciar el espíritu cooperativo de los “Jóvenes agricultores”, que en su tiempo supuso el tránsito de la Edad Media a la Modernidad en el agro gallego.
En próximos artículos abordaremos otras vías para hacer país, aprovechar las propias fortalezas y generar empleos de nuevo cuño, sostenibles, vertebradores y con futuro: la potenciación de la industria cultural, la puesta en valor del patrimonio, de la artesanía, de la dieta atlántica...

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