viernes, 30 de abril de 2010

TECNOFOBIA

Les voy a hablar de una nueva dolencia -los primeros casos registrados datan de la década de los ochenta- que por su crecimiento exponencial entre la población y la intensidad con que es percibida, llegando incluso a incapacitar, bien merece le dediquemos unas líneas divulgativas.
Se trata de la TECNOFOBIA, que se define como una aversión enfermiza hacia el uso de maquinaria innovadora en diversos campos productivos.
La tecnofobia cursa con una serie de condiciones y características fácilmente identificables:
1.El afectado ve como aflora su ansiedad y sus constantes vitales se desajustan con sólo acercarse al ingenio que utiliza.
2. La respuesta ansiosa es mayor si los equipos utilizados presentan fallos con mayor frecuencia.
3.Cuanto más tiempo se dedica a estudiar y conocer la máquina y sus funciones mayor es la frustración ante respuestas inesperadas.
4.El tecnófobo padece su dolencia en soledad -como si de hemorroides se tratase-, en la conciencia de que nadie más en el mundo experimenta algo parecido.
5.Cuanto más se enfrenta a su problema, más derrotado sale el afectado, que gradualmente se aísla de su entorno social, para vivir su experiencia surrealista como un lobo estepario, como un friqui original y único.
6.El tecnófobo, finalmente, puede tener la suerte de romper físicamente y, si vive para contarlo, quedar incapacitado para seguir manteniendo una relación de amor odio que estaba minando su sistema nervioso y arrojándolo a un abismo en el que afloraban graves dolencias y envejecimiento prematuro.

Por fortuna, en la actualidad nacen asociaciones de todo pelaje que sirven de apoyo a los que se encuentran solos ante un problema. Así, la primera vez que se encontraron dos tecnófobos fruto del azar, haciendo una descubierta de sus vidas se sintieron tan reconfortados que han decidido poner en marcha una ASOCIACIÓN DE AYUDA AL TECNÓFOBO (AAT). La cosa promete: entre cuchipandas, encuentros cibernéticos y excursiones campestres le quitarán hierro al modo en que afrontan los problemas para convertirlos en oportunidades.

jueves, 29 de abril de 2010

MANÍAS

Noticias de actualidad

¿Quién no tiene una pequeña manía hospedada en su forma de vivir? Mientras son pequeñas, se toman en tono jocoso y sin sufrimiento. Mirar tres veces la llave del gas, salir de casa con el pie derecho, pasear sin pisar las rayas de los adoquines, esperar al cuarto tono para coger el teléfono, calzar calcetines de un determinado color... las manías no son preocupantes en tanto en cuanto no esclavizan a quien las padece. Es en ese punto, de tener el control sobre la manía, donde está surgiendo a todas luces una sociedad cambiante en los últimos tiempos. Detrás de una gran cantidad de verdaderas adicciones modernas se identifica la manía en grado patológico, a tenor de la pérdida de equilibrio personal y afección a la calidad de vida de quien la experimenta.
Vigorexia, compras compulsivas, adicción al trabajo, anorexia, consumo abusivo de alcohol, padelmanía, el fútbol como recurso diario para desconectar de la realidad... La manía siempre ha estado presente en nuestras vidas. Como catalogar sino las prácticas religiosas: la necesidad de repetir durante horas las mismas palabras, denominadas plegarias, bajo la convicción de que el no hacerlo supone una mayor exposición al mal y las desgracias. Pero quizás el “éxito” actual de la manía tenga que ver con el clima de hostilidad y fuerte demanda externa sobre el desempeño percibido por los individuos, o su contrario, la ausencia de motores motivacionales de una proporción considerable de personas ociosas.
Porque otros factores que hacen aflorar la manía han estado siempre ahí: los traumas, la base genética, incluso las infecciones: se acuñó como síndrome de Corea a los episodios de manía desencadenados en los soldados americanos que padecían sinusitis como consecuencia de camuflarse largas horas en los ríos con el agua hasta la cintura. Se halló en esos casos una relación directa entre la presencia de agentes infecciosos y la afección de TOC (trastorno obsesivo compulsivo).
Pero quizás el principal motor del despunte de la manía en nuestros días haya que buscarlo en ese grado de ansiedad permanente en que, casi siempre sin necesidad, se vive. Para conjurarla, para ahuyentar los miedos, se está recurriendo a una ritualización de la vida. Detrás del pensamiento supersticioso se comprende mejor que Becham precise dejar en su amplio vestidor todas las prendas alineadas siguiendo un código complejo antes de salir al campo. Si no lo hace, juega inseguro y falto de concentración. Son famosos los rituales de Nadal antes de sacar, o los de los toreros, con sus estampitas, sus oraciones ordenadas y sus formas, cerradas, de vestirse. Se trata de personas sometidas a un máximo nivel de exigencia en un momento concreto. Y es esa demanda, como hecho también subjetivo, la que perciben los trabajadores desde la expresión subliminal o explícita de que hay otros muchos esperando para ocupar su lugar; en la familia, se vive con muchas obligaciones y pocos abrazos; en los colegios y en las pandillas, donde se cuelan la violencia y la competitividad malsanas, los jóvenes encuentran totems actuales en piercings, tatuajes, fórmulas del lenguaje, estribillos, alcohol, chocolate, aficiones tribales y, a veces y como siempre, en el amor.

miércoles, 28 de abril de 2010

ELOGIO DE LA COHERENCIA

Elogio de la coherencia

No hay nada que reste más credibilidad a un político que el dar bandazos en sus posicionamientos o en sus diagnósticos de la realidad. Pedro Solbes emitió pronósticos fallidos en dos legislaturas diferentes acerca de tendencias de crecimiento y en toda ocasión lo hizo con la soberbia del que presume de manejar la mejor información, privilegiada, sin un amago de disculparse por los errores. Ahora después de salir del Gobierno por la puerta de atrás, se permite expresar en conferencias que él nunca haría las cosas como sus sucesores.
Con Pachi Vázquez se escalan grados en volubilidad política. El ex alcalde de O Carballiño sembró de interrogantes la conjunción de intereses de país entre BNG y PP públicamente y desde el primer día que se planteó la fusión de las Cajas gallegas. Se desmarcó notoriamente para alinearse, como hombre de partido antes que como gallego, con las tesis del Gobierno, que ha dado una lección de prepotencia en el fondo y en la forma de tratar la Ley de Cajas propuesta desde la Xunta. Hizo frente común con el talante de visionario belicoso del alcalde de Vigo, en su movilización de la sociedad viguesa contra los enemigos del norte, cuando los auditores no ven técnicamente nada en contra de una operación en cuya demora tienen más que ver exigencias personales del director de Caixanova.
Finalmente, en el colmo de la incoherencia, Pachi anuncia que si no se produce la fusión el PSOE gallego pedirá cuentas a Feijóo. Sin duda estas semanas le han servido para tomar conciencia de que la opinión pública se decanta mayoritariamente por la creación de una gran Caja gallega, dimensionada para resistir los embites de la competencia, y el político ha optado por enmendallo, por lo que pueda pasar.
Lo dicho: el líder del PSOE es un hacha en diplomacia. Pero a base de sesgos no se construye una figura sólida y fiable en la que los electores puedan encontrar un referente.

lunes, 26 de abril de 2010

SILENCIO ADMINISTRATIVO

Noticias de actualidad

La presidenta del Tribunal Constitucional se queja de una Campaña de desprestigio orquestada contra el órgano que preside. Lo hace después de dar la callada por respuesta a los catalanes una y otra vez, tras superar en dos años y medio el plazo en que se había comprometido a dictaminar sobre la constitucionalidad del Estatut. Y lo hace desde el peso ético que le respalda al presidir un consejo en el que cuatro de sus miembros tienen la licencia caducada y no son relevados porque falta el consenso del Partido Popular, con el que se emparentan ideológicamente los magistrados.
En este punto nos damos de cara con el tema de la independencia del poder judicial respecto del ejecutivo y su necesidad no resuelta. En este país intolerante respecto de lo diverso más de lo que dice ser, la transición hacia un Estado de las autonomías, hacia un federalismo de facto, es una asignatura todavía pendiente. El reconocimiento a la periferia de que puede caminar sola sin que ello conlleve la independencia es mentar a la bicha. Cuando se trata de visar los estatutos de comunidades que precisan, interesadamente, seguir muy enganchadas al Estado para gozar de compensaciones interterritoriales y de los fondos de compensación, el Tribunal Constitucional hace una lectura de sus estatutos al tiempo que toma el aperitivo. Pero si los textos a revisar proceden de autonomías a las que sólo les unen al Estado cuestiones suprarregionales, que están dispuestas a atender, las presiones del nacionalismo centralista excluyente se dejan sentir en los Magistrados, y el inmovilismo se instala en su proceder como táctica, y a la postre coartada, para alentar reacciones independentistas en una sociedad catalana merecedora de algo más que el silencio administrativo, un recurso tan manido y con peso durante el franquismo, y el desprecio.

CRITERIOS PARA LA BEATIFICACIÓN

Noticias de actualidad

En el Vaticano se está beatificando a mitrados y monjas marcando una tendencia umbilical, endogámica, que entronca con las frecuentes prácticas propagandísticas de una institución necesitada de una profunda operación de maquillaje que disipe de la memoria colectiva la abundancia de cuestiones por las que la cúpula tendría que pedir perdón después de hacer pública exposición de motivos.
Se argumentan, en dossieres que rivalizan con los de la CIA en complexión y nula susceptibilidad de ser contestados, milagros y prodigios de religiosos cuyo mayor mérito fue la profundidad de su creencia en un ser divino de cuya existencia no hay más evidencia que los escritos y palabras de seres humanos. La derrama beatificadora de Benedicto XVI alcanza sobre todo a prosélitos en nómina y dentro de una línea ortodoxa y simpática a los ojos de Roma. Sin embargo, la Curia no ha llegado siquiera a considerar los méritos de curas y monjas anónimos de los suburbios del hambre, que entregaron su vida a dignificar la de otros; no ha alcanzado a ejemplificar el arrojo de religiosos libertarios -antes bien, se les ha excomulgado- que en Hispanoamérica impulsaron el rearme de las señas de identidad indígenas y apuntalaron la necesidad de combatir la ignorancia para evitar, aun siendo pobres, caer en la miseria.
Por contra, la senda que sigue Benedicto XVI de condecorar a los de casa sin que intervengan propuestas colectivas, viene a reafirmar la sospecha pública de que la Iglesia Católica sigue instalada en la prepotencia más rancia. La misma que le impide reconocer que no hay ningún precepto divino que impida casarse a los ministros o administrar los sacramentos a las mujeres, o colaborar en la detención y juicio penal de sus pederastas y violadores. Lo que de verdad le preocupa a Roma no es que los curas o las monjas se distraigan de cumplir con sus preceptos y su entrega al apostolado si se casan, sino todo lo que comportarían esos enlaces de amenaza a la titularidad y destino de sus propiedades. Con tales prevenciones y viendo la cicatería con que desde la jerarquía tratan a sus bases, no es de extrañar que aun en tiempos de crisis y paro como los que corren nadie quiera abrazar los hábitos. Tal cual sucede cíclicamente, la Iglesia se actualizará y pedirá perdón, como la Cia, con demasiados años de retraso.

domingo, 25 de abril de 2010

EL APRECIO POR LA LENGUA

Noticias de actualidad

Ayer, sesteando, observé en un documental sobre la vida diaria de una tribu indígena guatemalteca la sobresaliente propiedad con la que elegían cada palabra para construir con corrección absoluta frases que expresaban sentimientos, saberes tradicionales y un mundo de relaciones interpersonales, con el medio, con los animales dentro de criterios de precisión que reducían la labor del autor del reportaje a un ejercicio de documentalismo, haciendo innecesarios cualesquiera ejercicios de precisiones o añadiduras.
Cuando acabó el documental de una hora, que a mi me pareció un segundo, empezó la emisión de un programa de revista de la actualidad con presencia de “famosos” bajo el título de Sálvame, que luego comprobé le venía al pelo, pues postrado en el sofá con una pierna en cabestrillo tuvo que acudir en mi socorro mi hija veinte minutos más tarde para apagar la tele. En ese programa de cotilleo donde intervienen unos personaj@s que no cesan de autoproclamarse periodistas por si nos cupiese duda acerca de su profesión, se tiran los trastos a la cabeza por asuntos de faldas, presuntas adicciones, secretos mal guardados, traiciones, defectos físicos y demás temas que, al parecer, han de traer al país en un sin vivir. Desde el conductor del programa hasta la tan cacareada Belén Esteban, pasando por una tal Beatriz Trapote, cuñada de Jesulín de Ubrique y “periodista”, o Mila Ximénez, ex de Manolo Santana, ¡periodista!, así como una pléyade de elementos salidos de la fábrica de Gran Hermano, berrean improperios a los que catalogan como argumentos para intentar tener la razón a base de malmeter. Y lo hacen con continuas coletillas, ¿me entiendes?, a partir del uso predeterminado del mismo número de palabras y estructuras que puede aprender un alumno de primaria en un día. Y para colmo, cuajadas de incorrecciones y gazapos de bulto pero que, por el magnetismo que para una parte de la sociedad emanan los contenidos y sus emisores, adquieren categoría de usos adecuados y son incorporados a la jerga de grandes tribus de este solar patrio con una celeridad que debe de poner los pelos como escarpias a la RAE, mientras el comité de sabios calla y los directivos de las grandes cadenas se frotan las manos.
Entonces recordé el documental sobre los indígenas guatemaltecos y pensé que quizás el futuro de la lengua española está a salvo entre las muchas comunidades, en todo el mundo y también en España, que más allá de los guiños atractivos para algunos del supuesto valor de la trasgresión que nos es sino ignorancia. La salud de la lengua española se apoya en aquellos que la valoran como un tesoro porque sirve para comunicarse, porque en su conocimiento han mediado siglos de sangre -a menudo vertida intentando conservar atributos anteriores a la castellanización-, porque tiende puentes, porque identifica... Para mi, que escribo este blog en castellano para dirigirme a la comunidad hispanohablante y que he sufrido la presión del Régimen intentando acallar la expresión en mi lengua madre, el gallego, es insufrible contemplar el maltrato que en los medios de comunicación se le da a la lengua cervantina con conciencia y con fines espúreos de conquista de audiencias sin reparar en los efectos devastadores sobre la educación de grandes grupos de población. Sin quitarle a estos un ápice de responsabilidad, demando de la clase política la implementación de los medios anunciados de aplicación de un código ético en la programación de las cadenas.

sábado, 24 de abril de 2010

LA ASUNCIÓN DE LA MORTALIDAD

Noticias de actualidad

Ayer un joven amigo mío dejó una nota al pie de la silla de la que se tiró colgado de una soga que pendía del techo: “me quito la vida porque no puedo soportar la idea de que he de morir necesariamente. No puedo convivir con la incertidumbre de no saber cuando ocurrirá”.
Reflexioné y pude recordar que en los últimos tiempos varios jóvenes del entorno de amistades de mis hijos han rumiado en voz alta conceptos en torno a lo absurdo de la muerte, a lo corta que es la vida, al la imposibilidad de abordar siquiera un puñado de iniciativas vocacionales para cuyo desempeño desde la excelencia se necesitan décadas. Estas expresiones de hondo calado existencial me impactaron aun más teniendo en cuenta que a los veinte años muchos otros jóvenes ven la vejez como algo que de lejano parece sólo ajeno y se sienten inmortales.
Lo cierto es que con todos esos amigos de mis hijos siempre he sostenido, con aparente convicción, que con el paso de los años se va asumiendo con naturalidad la caducidad de nuestra hoja de ruta, y que para ello es fundamental el grado de identificación entre los proyectos de juventud y su progresivo alcance durante la madurez. Para esa paz con la que los viejos asimilan el momento de morir no conviene la sensación de tener asuntos pendientes o de haber perdido la oportunidad de vivir con consciencia de hacerlo en lugar de que otro viva por nosotros encarnado en nuestro cuerpo.
Por eso cuando ayer llevé a mi hijo a unas charlas sobre madurez vocacional y orientación universitaria medité sobre la importancia de esas iniciativas que pueden evitar el fenómeno de carreras y estudios frustrados. Pensé en la importancia de enfocar la vida, los medios de supervivencia lo más acordes posible con las propias inclinaciones para que ganen el individuo y también la sociedad. Porque con motivación aun en el medio más hostil se sale adelante y años más tarde, cuando se eche la vista atrás, no habrá deudas vitales pendientes de amortizar ni nada que incomode la conformidad con el presente.

viernes, 23 de abril de 2010

NOTICIASACTUALIDADORG

DIRIGISMO MANIQUEO

Los medios de comunicación de propiedad episcopal hablan estos días de un complot urdido por el Islam y la izquierda en el poder buscando coartadas para extender la prohibición del velo a otros signos externos cuales son el alzacuellos de los curas y el tocado de las monjas.
Parece fuera de lugar y de tiempo seguir sosteniendo la necesidad de cohesión entre los colectivos variopintos que integran un país que necesita hallar su identidad casi tanto como salir de la crisis económica y por otro lado estar sembrando el odio a lo diferente, a lo distinto, de manera explícita o subliminal. ¡Con el trabajo que nos ha costado ir aceptando piercings y tatuajes, ropas informales, pelos largos o rapados, colores de piel, prácticas religiosas, agnosticismos, friquismos, la abundancia de dioses o su ausencia total...
Asistimos, con menor tensión de la que afirman los medios, a un conflicto y desencuentro entre instituciones sin corpus legislativo ni respaldo consuetudinario suficientes para tomar decisiones en casos en que la libertad individual pareciera comprometer la conveniencia colectiva, y contemplamos la exacerbación oportunista del patrioterismo nacionalcatolicista en sus críticas machaconas a la debilidad de un Gobierno incapaz de conseguir que los inmigrantes asimilen nuestras señas de identidad en detrimento de las que traen de sus países de origen.
Sin embargo, es muy forzado argumentar que una estudiante por llevar pañuelo en la cabeza está realizando una labor de apostolado en su centro de enseñanza -como tampoco la realiza un cristiano por hacer la señal de la cruz antes de abordar un reto-.
El apostolado, incompatible con el curriculum diario en las escuelas laicas, sí es ejercido por religiosos que, por deseo del consejo escolar, acuden a centros concertados donde estudian chicos y chicas que profesan creencias diversas, y, dan sus clases de religión pagados por ese Gobierno que tanto denostan desde la Jerarquía eclesiástica, receptora además de ingentes cantidades de dinero con cargo a los presupuestos generales del Estado.
El burka o el pasamontañas ocultan la identidad de sus usuarios. No conviene a la convivencia social. No ofrece seguridad. En nuestra cultura occidental aminora y relega el papel de la mujer y su completa dignidad. ¡Pero un pañuelo en la cabeza! O una chilaba, un turbante, una guayabera, una falda escocesa... ¿Es que a estas alturas vamos a reivindicar el concepto de los reyes católicos de UNA España, Grande y Libre, revivido por Franco para confinarnos en un aislamiento que nos retrotrajo a la Edad Media, a la España de la alpargata y el botijo con la mujer sometida y la iniciativa emprendedora y con deseos de cambio bajo sospecha y sofocada.
Dentro del concepto de unicidad cabe el sentimiento de todos los que pacen en este solar, avanzando en el respeto a la pluralidad y al pluralismo, en la querencia por pertenecer a un proyecto común a partir de la valoración de los rasgos distintivos, diferenciales, que nos enriquecen y nos acercan por el deseo de conocerlos para tomar de cada cultura, de cada persona, lo mejor.
El odio a los judíos, a los musulmanes, a los negros, a los pobres ya no tiene nada que ver con la mayoría de los españoles. Las cruzadas son un asunto oscuro del pasado, una operación de propaganda interesada de los poderes fácticos imperialistas. Como tampoco nos interesa la guerra civil como no sea para aprender de los errores del pasado, condenar los golpismos, restituir la integridad moral de tantas víctimas por defender el orden constitucional y defender el derecho universalizado de dar sepultura reconocible a “todas” las víctimas.
Ahora nos ocupa cuidar de nuestro planeta y andar muy atentos a ayudar en la medida en que podamos a que la sociedad sea cada día menos hostil y brinde más oportunidades de integración: en el mercado laboral, en la sociedad, plural, y en el sistema de acceso a los servicios primordiales: la salud, la educación, la cobertura de necesidades materiales básicas, la planificación.

jueves, 22 de abril de 2010

La dimisión de los políticos

Ante el afloramiento masivo de casos de corrupción en el seno de la clase política se ha instalado el argumento entre los dirigentes de los partidos de que Fulanito o Menganito ya no pertenecen a la Formación. Jaume Matas dimitió quince minutos antes de comparecer ante el juez. El señor Arenas ponía hace quince días la mano en el fuego apoyando la “impecable” gestión de Bárcenas, incluso después de conocer su papel de intermediario en las prácticas mafiosas de Gürtel, al tiempo que la Sra. de Cospedal sostenía su convencimiento de que el tesorero del PP debía seguir ocupando su escaño en el Senado. ¿? En la empresa privada, si alguien es descubierto metiendo la mano en la caja es despedido en el acto y denunciado penalmente. En la clase política, es defendido por sus compañeros de partido hasta que el rechazo social y la publicidad de los logros policiales aconsejan lo contrario.
Pero aun en ese momento, en lugar de entonar el mea culpa, a los dirigentes les queda el recurso ya extendido y manido de argumentar: “miren ustedes, el señor o la señora fulanita ya no forman parte de nuestro partido”, para añadir a continuación: “los tiempos con los que hemos actuado en este caso han sido impecables”. Como si eso exonerara a los partidos de su responsabilidad mientras desde sus cargos se llenaban los bolsillos sus correligionarios y alimentaban de paso las arcas en las campañas que les hacían ganar elecciones. La patada de cara a la galería del señor Fraga a Crespo no le exculpa de negligencia ¿? en los mecanismos de control de una maquinaria que ayudó a perpetuarle en el poder.
La subversión de los valores y el difumine de la responsabilidad entre los dirigentes animan a la señora Aguirre a presumir de que ella es una campeona en limpiar de ladrones sus cuadros de gestión y no a preguntarse por qué ostenta el record de casos de corrupción en el mapa de las Administraciones autonómicas.
Para limpiar la imagen de la clase política no basta con que sus dirigentes se destaquen en actuaciones a posteriori, por muy ejemplarizantes que parezcan. Es preciso que se destaquen en prácticas cotidianas higiénicas, preventivas, apriorísticas... en desarrollar un campo de actuación limpio y de transparencia, donde los procedimientos de contratación, las cuentas, las relaciones con los proveedores sean visibles y sujetos a mecanismos de control. Y cuando, a pesar de estos, se urden negocios ilícitos, la sociedad precisa, para no caer en el odio y en el axioma “tonto el último”, que los delincuentes paguen no sólo con la cárcel sino además con sus bienes siempre y cuando no puedan demostrar por qué medios lícitos han llegado a poseerlos.
Roldán, Bárcenas, Rafael Vera, Jaume Matas, Fabra... ninguno sabe nada de paraísos fiscales. No les tembló la mano para ir a la hucha de los huérfanos, o para inflar las facturas desde la convicción de estar viviendo en una esfera intocable, o para recibir compensaciones astronómicas por sus tratos de favor. Y mientras sus jefes les reían las gracias sin querer saber de donde salía el dinero para pagar el pulpo y los autobuses de los electores, ellos engordaban cuentas en las islas Caimán, en Suiza, en Gibraltar... Ahora no recuerdan el rastro del dinero, pero todos sabemos que un sueldo de funcionario, ni en la escala más alta, no da para comprar un hotel, un palacete, pisos en Madrid, París y Londres, colecciones de obras de arte o coches de cien mil euros. La reforma de la Justicia debe atender a la sensibilidad y los valores que alimentan a la mayoría dentro de las normas de juego: ¡Qué se confisquen los bienes suntuarios y que los corruptos vivan con lo imprescindible y elemental, que ya no es poco!.

miércoles, 21 de abril de 2010

PATRIOTISMO DE HOJALATA

Los intereses de los gallegos no han estado suficientemente representados en el Reino ni en el Estado históricamente, incluso por tradición. Ni con los Borbones ni, mucho menos, durante la época en que un militar ferrolano mandaba en el país. Los nobles precursores que excepcionalmente habían osado enfrentarse a la Corte de Madrid representando reivindicaciones regionalistas fueron encarcelados y despojados de sus privilegios.
En este siglo XXI, ya instalados en una economía globalizada, los sistemas de producción de gran dimensión dentro del Estado son protegidos por sus respectivos gobiernos desde una interpretación de las leyes de mercado bordeando los límites de la legalidad. Paradigmáticas son las prácticas arancelarias disfrazadas que imponen a la tentación invasiva desde otras economías en regiones agrícolas francesas y del norte de Italia, o en la Baja Sajonia, Austria, Cataluña... Las economías punteras se blindan en la medida de lo posible frente a los movimientos absorbentes y especulativos de grandes flujos de capital, inspirados por la filosofía de competir prioritariamente por precios a costa de la reducción de salarios y demás costes estructurales. En las regiones europeas con mayor nivel de vida el control del valor añadido de la producción local es autóctono y las plusvalías repercuten en la sociedad que las genera.
La Galicia del postfraguismo, superando la práctica política del inmovilismo, está menos centrada en engordar las economías domésticas de los anacrónicos barones provinciales que perpetuaban su status y el de su organización de poder por medio de prácticas nepotistas que lastraban gravemente las disposición de fondos para incentivar la modernización del país, que mostraba por un lado signos de dinamismo empresarial y por otro la parálisis castrante de un gobierno que obstaculizaba el despegue económico. La venta, subvencionada por Fraga, de empresas lácteas gallegas a capitales foráneos fue respondida por estos mediante prácticas de tiburones que hicieron desaparecer miles de explotaciones.
Con los gobiernos subsiguientes de Touriño-Quintana y Feijóo parece haberse iniciado la senda de la puesta en valor de las aportaciones gallegas a la generación de riqueza en el Estado. Se han implantado tasas –tímidamente- sobre la producción industrial y de materias primas que compensan un tanto al erario público la puesta a disposición de empresas con balances muy positivos de recursos y patrimonio de todos los gallegos. Se está apoyando la consolidación de clusters a partir de los cuales generar mayores oportunidades y fortalezas sectoriales, alimentando sinergias de intereses para que empresas gallegas mejor dimensionadas puedan competir en los mercados internacionales sin perder su naturaleza autóctona.
El caso de Fenosa ya representa el pasado. Pero no así el de las Cajas de Ahorro, que todavía están en la tesitura de unir su mayor activo, el ahorro de los gallegos, para reinvertirlo y apoyar la generación de planes operativos y creación de empleo dentro del país, optimizando su tamaño, ponderando sus costes de mantenimiento, explotación e inversión, y, en suma, revertiendo los beneficios en la sociedad que los alimenta. A esto Blanco le llama Patriotismo de Hojalata y Caballero dirigismo oportunista del Norte de Galicia. Sin embargo la mayoría de los gallegos lo consideramos de sentido común y como una razón de justicia.
No debemos perder otra oportunidad de administrar nuestros propios recursos cediendo a los argumentos de los verdaderos nacionalistas excluyentes, que encarnando un centralismo recalcitrante presumen de ser el motor de España por el hecho de dar cobijo a las gerencias y las sedes administrativas –donde se cobran los mayores sueldos de las empresas- de los motores productivos periféricos de materias primas y energía. Un gallego, otra vez un gallego, Blanco, llama patriotismo de hojalata a esa lícita defensa que preconizamos del derecho a administrar el fruto de nuestro trabajo, sin desprecio por el de los demás en el entorno del Estado, desde una óptica de ciudadanos del mundo, bondadosos pero no bobos.

martes, 20 de abril de 2010

SITUACIÓN DE CALMA APARENTE

Sorprende la aparente calma con que la sociedad civil vive un panorama, real, en el que uno de cada cinco trabajadores están sin empleo y en un millón de hogares no entra sino la ayuda del Risga.
Varios son los factores que se señalan desde distintas instancias para argumentar la persistencia de una paz social tan paradójica:
1: convicción del individuo de su total incapacidad para influir en los órganos de poder.
2: falta de conexión social y de espíritu gregario.
3: pérdida de conciencia de pertenencia a un grupo.
4: mayor alcance de la cobertura de prestaciones.
5: mayor amplitud de la red de instituciones benéficas: municipales, autonómicas, privadas, Cruz Roja, Cáritas, ONGs, Cocina Económica... que se ven desbordadas a menudo ante el incremento exponencial de las demandas.
6: la ayuda de familiares. En el caso de desempleados españoles, este es uno de los factores de mayor contribución al sostenimiento, a pesar de todo, del sistema.
7: la percepción de un mensaje subliminal y envolvente de que poco o nada puede hacerse en el corto plazo para generar oferta de empleo:

los emprendedores están a la espera de que repunte la confianza de los consumidores; los Bancos pensando más en recuperar papel que en prestarlo; una bolsa de vivienda si vender ingente a la que habrá que sumar propiedades hipotecadas con embargos por ejecutar cuando los precios de mercado se recuperen; el Estado infra actuando, en papeles mínimos, permitiendo que los productores en origen sean explotados hasta la quiebra por los intermediarios; la tan cacareada necesidad de cambio de modelo económico diluida por una visión cortoplazista impropia de un Estado que debe tomar decisiones estratégicas –aun cuando los resultados no sean inmediatos- cuales son: la explotación sostenible de los recursos naturales; la recuperación de la agricultura, dentro de la modernidad, para vertebrar a una población asentada en su medio y con recursos suficientes y disponibles; la amplificación de inversiones en granjas marinas –frente a la pesca intensiva, costosa y cada vez menos rentable-, en energía solar, eólica y del mar; la promoción del turismo ecológico y activo; la incentivación de la inversión en innovación tecnológica, facilitando la disposición de suelo industrial y tratando fiscalmente como conviene la investigación dentro de la industria; la necesidad de una reforma real del trato a las pymes, con el reconocimiento del status de trabajador en régimen general a los emprendedores y con la aplicación generalizada de métodos de estimación directa en sus balances, cobro del iva real y por ingresos ya efectivos...
En fin, hay mucho por hacer y sin embargo el ritmo y el calado de las decisiones del Estado hablan de un papel de este muy minimizado para una situación de emergencia y con la oposición instalada en el habitual juego desleal desde el que se ha entendido la política desde hace cinco legislaturas, todo ello agravado por la constatación de que, donde ha habido mucho poder y poco control, ha aflorado un grado de corrupción que extiende la peligrosa generalización de que la clase política está corrupta.
Por todo ello se ha instalado, antes que la revuelta social, un desánimo aniquilador de cualquier iniciativa de movimiento reivindicativo con afán de cambio. Y el panorama es, en el horizonte, plano como aquella calma chicha que llevó al navegante a llamar Pacífico a un océano que en realidad escondía un vivero de tempestades.