lunes, 24 de mayo de 2010

REPENSAR LA SOCIEDAD

Tanto Felipe González como Aznar, desde postulados bien diferenciados, coinciden en apuntar la necesidad de repensar el sistema por el que se articula la convivencia social en la vieja Europa en crisis. El primero enfatiza la importancia de invertir en I+D+I y el segundo aboga aún por unos mercados de trabajo y un marco de comercio más liberales. Sorprende que semejantes visionarios con grandes dosis de información privilegiada y mamando de las ubres del Capitalismo feroz tengan una llave maestra cuando en sus ejecutorias no tuvieron en cuenta la fecha de caducidad de un estado de bienestar fundamentado en una situación de bonanza irreal, con los pilares en actividades económicas especulativas, que sólo beneficiaban a una oligarquía bien relacionada con Ferraz y Génova y dejarían en cueros a muchos que quisieron jugar a ser ricos.
Ahora que la crisis ahondó hasta extremos formidables y las voces son de alarma extrema en los corrillos donde se maquinan los asaltos golpistas o “democráticos” al poder, y cuando es preciso introducir de una manera nueva, en claves de siglo XXI, el refundamiento de la sociedad. Entre la desesperación del bienintencionado Zapatero y el concepto de política cómo enfrentamiento partidista de Rajoy, hay una necesidad objetiva que atender para bien de la sociedad española: el cuestionamento del Sistema político que ordena nuestra convivencia, nuestra capacidad productiva y el estado de bienestar.
Entre los sesudos ideólogos de ambas formaciones con diez millones de electores como respaldo efectivo llama la atención que no haya surgido referencia alguna sobre aspectos que tienen que romper la dinámica actual de la sociedad, cuáles son:

-Cuestionamento de los valores transversales que están en el núcleo de la convivencia diaria, desde la escuela, también desde la regulación de los mensajes de los mass media, pasando por el trato preferente que preside las relaciones del Estado con instituciones que se interponen entre el ciudadano y la libertad.
-Necesidad de devolver al Parlamento y a los órganos de Gobierno el prestigio perdido en virtud de su inmovilismo y ausencia de protagonismo en los momentos en que son más precisos el liderazgo y la gobierno.
-Fijación de un completo corpus de medidas que impidan la compraventa, especulativa y concentrada en pocas manos, de materias primas, alimentos básicos, divisas y deuda pública de los Estados.
-Acabar con el trato de privilegio a las grandes multinacionales y grupos de poder. Es hora de que los partidos, en el seno de esta crisis formidable, dejen de actuar en clave electoralista y, sin obsesión por la posible pérdida de apoyo electoral, adopten el paquete de medidas precisas para cambiar formas de Administrar que ya no valen. No se le pide a la Xunta o a los Ayuntamientos que creen empresas, pero, al menos, sí que no paralicen el florecimiento de pequeñas iniciativas de autónomos con exigencias de papeleos costosos e interminables, dictámenes técnicos que tardan meses, solicitudes de marcas rechazadas por sistema y silencios administrativos que sólo rompen sobres discretos. Genera odio social que grandes clubes de fútbol gasten millones de euros en fichajes teniendo deudas ingentes con la Seguridad Social y con Hacienda entretanto se cierra el crédito a los ayuntamientos.
Soros provocó el hundimiento de la libra esterlina y una crisis sin precedentes en la Gran Bretaña; cuatro especuladores hundieron Grecia en una semana, están atacando al euro comprando y vendiendo grandes sumas las veinticuatro horas del día, ganan fortunas inimaginables apostando por la caída de valores apoyados en el rumor sembrado en espacios contratados en grandes medios y hacen inútiles las medidas desesperadas de ahorro del gobierno de Zapatero.
Sobre estos aspectos como sobre tantos otros la pereza legislativa de Bruselas y de los Estados, y falta de capacidad de gestión de la clase política en España son un lastre que anticipan para Europa un papel terciario en el planeta al término de esta década.

No hay comentarios:

Publicar un comentario